6 de JUNIO 2021

El camino y el caminante

Finalmente llegó la fecha en que se realizó la llamada elección más grande en la historia democrática de nuestro País. Terminaron las campañas y los ciudadanos que acudimos a votar decidimos el rumbo que queremos en mayoría para nuestro País.

Quiero, apreciables lectores, compartir una breve opinión con respecto al proceso electoral, teniendo muy claro que toda opinión es una expresión de nuestra subjetividad, que no existe tal cosa como una objetividad pura, pues cuando interactúan sujeto y objeto se influyen y transforman mutuamente, así que cada quien construye su realidad de acuerdo a su historia, circunstancias, convicciones, intereses, prejuicios, etc. Nada más petulante que creer que nuestro punto de vista es “la verdad”.

En esta elección vivimos un proceso marcado por la polarización entre dos visiones acerca de como debe de marchar el País, los partidos políticos definieron su estrategia y salieron a convencer al mayor número posible de votantes. Cada partido midió sus capacidades, analizó sus deseos y aspiraciones y actuó en consecuencia; al final tuvimos dos grandes alianzas, un partido en solitario y tres más buscando su registro. La campaña terminó, acudimos a las urnas prácticamente el 50% de los electores y ya todos conocemos los resultados. Mi primera conclusión es que en política no deben confundirse los deseos de triunfo con las competencias reales para alcanzarlo y que al final se gana lo que se puede, no lo que se quiere ganar.

Morena, partido que tiene el gobierno federal, decidió ir en alianza parcial con el impresentable partido verde y con el partido del trabajo, su objetivo, en medio de la pandemia y sus consecuencias en todas las áreas de la vida de los ciudadanos se puso como objetivo conservar la mayoría absoluta en la cámara de diputados y ampliar su presencia en el territorio nacional a través de la obtención de el mayor número posible de gubernaturas. Su apuesta le resultó positiva, conservó la mayoría absoluta y ganó once de quince gubernaturas, 19 congresos locales y cientos de municipios; por supuesto fue duro perder 9 alcaldías en la ciudad de México, así como otras ciudades muy importantes pero el balance es más que satisfactorio. Ahora gobernará 17 Estados de la República.

El PAN se dibuja como el partido de oposición más fuerte, obtuvo muchos triunfos locales y ganó en solitario dos gubernaturas. Personalmente creo que su alianza con el PRI fue una mala estrategia, cierto es que le permitió algunos triunfos que no hubiera alcanzado por sí mismo, pero el costo de aliarse formalmente con su rival histórico lo desdibuja y desilusiona a muchos de sus tradicionales seguidores; pienso que les ganó una visión de corto plazo y que les pesará en el mediano y largo plazo. Estudios de opinión nos muestran que cuatro de cada diez posibles votantes de Acción Nacional estaban en desacuerdo con dicha alianza. Mi opinión es que por sí mismo, el PAN pudo igual convertirse en segunda fuerza.

Al PRI, no le fua tan mal con su alianza pues a pesar de que perdió las 8 gubernaturas que tenía, obtuvo un tanque de oxígeno al aumentar su porcentaje de votación a casi 20 puntos, cuando en solitario las encuestas le daban en promedio un 11% de la votación. Se ve muy difícil el futuro para el partido mayoritario durante casi todo el siglo XX.

El PRD terminó más preocupado por mantener su registro y quedó reducido a un partido marginal, siento que es más probable que en el mediano plazo pierda su registro a que se vuelva a consolidar como una fuerza política importante.

Movimiento Ciudadano decidió jugar solo y le funcionó su estrategia, aunque solo obtuvo el 7% a nivel nacional logró en crecimiento espectacular en varias regiones del País, hoy gobernará dos de los estados más fuertes del País, Jalisco y Nuevo León y con su número de diputados federales será el fiel de la balanza que determine en gran parte las decisiones que requieren de una mayoría calificada.

Pues ya los votantes dijimos la última palabra en este proceso y ahora toca a los que obtuvieron un cargo público hacer su trabajo y ofrecer lo mejor de ellos para lograr el mayor bien posible para todos.

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Natividad Castrejón

Mi profesión, la terapia y la educación; mi afición, la literatura; mi pasión, la política; me encanta el bosque y amo correr.

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