Áreas verdes de la Zona Metropolitana de Pachuca: amenazadas por constructoras

El mecanismo es que las autoridades venden áreas de donación a las constructoras para adueñarse de espacios verdes.

En Pachuca, la mayoría de los parques de la ciudad reflejan un total abandono por parte de autoridades de todo nivel, y han sido algunos vecinos de cada colonia quienes con esfuerzos aislados sacan adelante las áreas verdes de la capital hidalguense. Pero además, existe otro problema: algunos predios destinados a la recreación y a la conservación del medio ambiente son invadidos por constructoras o son vendidos irregularmente por funcionarios municipales, despojando a los colonos de sus zonas de recreo. 

Recientemente la Zona Metropolitana de Pachuca ha visto como estos espacios tienen que ser defendidos por colonos, ya que descubren que, por corrupción de autoridades, los venden o hacen triangulaciones para despojar a los fraccionamientos de sus áreas verdes, en beneficio de particulares o constructoras.  

Ejemplo de ello fue la movilización ciudadana en defensa del Jardín del Arte, donde una constructora pretendía despojar del área verde a la ciudad y sustituirla por planchas de concreto, lo cual rechazó la ciudadanía.  

Mismo caso ocurrió en el fraccionamiento Valle de San Javier, donde los vecinos impidieron la invasión de un área verde, la cual descubrieron había sido vendida de manera irregular pues presuntamente el municipio cedió el área verde al gobierno estatal, que a su vez vendió el espacio que por más de 30 años ha sido su área verde y de descanso en la quinta sección. 

Otro punto donde los vecinos defendieron sus áreas verdes fue en los límites de Pachuca y Zempoala, en Mineral del Oro, ya que los colonos impidieron que una constructora, que cambió de razón social y después se declaró en quiebra, propiedad de Luz Elena Parga Mateos, se apropiara de un área común destinada a ser un espacio verde. 

En ese caso, la delegada Aline Loreny Ortiz Espinoza explicó en entrevista que todo el tema está parado, porque hay un litigio que inició el ayuntamiento de Zempoala en la gestión del ex alcalde Héctor Meneses antes de concluir su periodo, “pero el actual alcalde Jesús Hernández Juárez no ha hecho nada, no le ha dado seguimiento a muchas situaciones, a muchos trámites, de hecho la limpieza la hacemos nosotros”. 

Dijo que Zempoala se comprometió ante el Gobierno del Estado a que los vecinos pagarían la limpieza con las máquinas y la alcaldía recogería todo, lo que a la fecha no ha ocurrido, “allí están los montículos y estamos esperando que Zempoala venga a recogerlos”.    

La delegada acusó que Elena Parga pretendía especular con el terreno y apropiárselo, porque se presentaron con una escritura apócrifa intentando engañarlos para reclamar el terreno, “esa escritura no aparece en el Registro Público de la Propiedad, la única escritura que aparece es la escritura original del fraccionamiento, así que esa escritura que traía desconocemos de dónde la sacaron”.   

Loreny reconoció que el ex alcalde Meneses le prestó documentos para conocer el juicio, pero el actual edil de Zempoala no ha hecho nada, por ello pide saber en qué va el juicio y les informe abiertamente del proceso.    

Un caso similar ocurre en ex Hacienda Las Torres, en Pachuca, donde desde hace un par de administraciones los vecinos mantienen una batalla legal contra la constructora Corporativo Vadonne, que pretende despojarlos de su área verde para fraccionar, por lo que los colonos mantienen una disputa para conservar el área donde tenían una cancha y habían forestado. 

La constructora les había prometido 4 mil metros para áreas verdes al momento de comprar, pero incumplió y solamente les dejó 2 mil metros que también pretende apropiarse, ya que durante la administración del ex alcalde Eleazar García, esa área verde fue donada al ayuntamiento, pero el municipio se la volvió a vender a la constructora Vadonne, lo cual es una maniobra semejante a lo que recientemente denunciaron los vecinos del Fraccionamiento Valle de San Javier.   

El mecanismo es que las autoridades venden áreas de donación a las constructoras para adueñarse de espacios verdes. Otra práctica es que “representantes” buscan adueñarse de las áreas verdes, lo cual han impedido los propios colonos, como ocurrió en Villas de Pachuca, donde vecinos trabajaron para convertir el espacio en un parque. 

La colonia San Alfonso, municipio de Zempoala, es otro ejemplo de negligencia de autoridades y despojo de una constructora que les prometió a los compradores espacios de área verde, los cuales no existen y en uno de los casos terminó como locales comerciales. Apenas hay algunas esquinas perdidas entre las casas que los vecinos protegen como áreas verdes. 

Parques y jardines abandonados y sin equipo para su mantenimiento  

El equipamiento otorgado al área de parques y jardines del municipio de Pachuca está abandonado, ya que los trabajadores comparten que no son capacitados, que sus cabos no les dan herramienta porque, aunque la han solicitado, no cuentan con ella y la poca que les dieron, o es de uso doméstico o ya está muy deteriorada. 

Tal fue el testimonio de un trabajador de áreas verdes, a quien se le vio deshierbando con las manos por falta de equipo, en el camellón del Paseo Toltecas, en la colonia Aquiles Serdán. 

Narró además que no tiene suficientes implementos, pero ello no impide que salga a trabajar. Compartió que están divididos en zonas de la ciudad, y aunque han pedido herramientas, no les han dado ninguna respuesta, porque el ciudadano, como se refiere al alcalde, “ese nomás vino en campaña y hasta te extiende la mano, todo es sonrisas y hasta se sacó foto con nosotros, pero una vez que llegan, se olvidan de nosotros y ni nos voltean a ver”.  

Se le pregunta si revisan los terrenos antes de limpiarlos, porque en el sur el único mantenimiento que proporcionan a los parques es desbrozar, pero agarran parejo y terminan destruyendo árboles de renuevo plantados por vecinos, “si no nos dan para equipo, menos nos van a dar para capacitación. Si agarras una piedra y dañas la desbrozadora, te quieren cargar la reparación”. No obstante, comparte que si algún vecino o vecina les proporciona algún árbol, ellos se encargan de sembrarlo y cuidarlo.

El mismo caso se descubrió con trabajadores en pleno Centro de Pachuca, quienes se encontraban deshierbando con las manos en la Plaza Constitución y refirieron que su cabo no tiene herramientas para darles, acaso una pala, porque las “gatas” que ocupan para deshierbar son inservibles y no les han dotado de nuevo equipo. Ellos tienen como sede la fuente de los Niños Héroes, donde la poca herramienta que tienen ya presenta deterioro, “pero si el cabo no nos da herramientas, es porque a él tampoco le proporcionan”.  

Áreas verdes sobreviven por iniciativa de vecinos  

Hay muchos puntos en la ciudad donde ciertos vecinos -porque no son todos-, emprenden las tareas de forestar, pues ante el abandono de las autoridades, son ellos quienes llenan ese vacío. Hay ejemplos notables de cómo son los vecinos, quienes ante la incompetencia o insuficiencia del municipio, han atendido sus áreas verdes, como el parque en San Antonio, donde los vecinos, uno de ellos en particular, promovió la siembra de especies y está surgiendo un sitio muy bonito en esa zona.


Otro ejemplo son los colonos de Rancho La Colonia, quienes han forestado las áreas verdes y camellones de su fraccionamiento, y en este mismo proceso están vecinos de Haciendas de Hidalgo, en donde las privadas forestan su parque. Otro caso es una vecina en Pitahayas, quien en primera instancia gestionó unas jacarandas para plantarlas en el lugar, pero éstas fueron robadas por personas que las llevaron a sus casas o bien se secaron por falta de cuidado. Ya se había rendido, pero luego se asoció con una persona del jardín Libertadores, emprendiendo la tarea de reforestar el Parque Pitahayas, donde otros vecinos se han sumado al cuidado.


En el Parque de La Ballena, en el Juan C. Doria, son los residentes quienes han forestado este lugar y le prestan cuidados. En Epazoyucan, los vecinos del Fraccionamiento Xochihuacán se asocian también para la tarea de forestar camellones y sus distintas áreas verdes. En Don Pablo, en Mineral de la Reforma, su camellón fue forestado por los colonos.


Otro ejemplo ciudadano está en la Avenida Federalismo, en Parque de Poblamiento, donde un tramo del camellón y las áreas verdes laterales las atiende un profesor jubilado, que por las tardes acude a regar, siembra ejemplares y está pendiente del cuidado de la zona.


Lo mismo ocurre en Geo Villas, donde los vecinos en esfuerzos aislados, van sembrando su parque con arbolitos. Además, hay esfuerzos que ya cristalizaron, como la colonia del ISSSTE en su parque detrás de la iglesia y el mismo Juan C. Doria en las áreas verdes de condominios.


Mientras los vecinos de varios sectores se ocupan con esfuerzos aislados por cubrir las omisiones, fallas o insuficiencias del municipio de Pachuca, en otros lugares también ocurre que la nula conciencia cívica y la falta de educación ambiental propicia tener lugares descuidados y llenos de basura, como las jardineras del Reloj Monumental, donde después de la destrucción de las antiguas áreas verdes, los pocos árboles que sembraron han sido descuidados y algunos ya se secaron.


Igual ocurre en el parque de El Palmar, donde ayudó a remozar el ahora funcionario Ricardo Rivera siendo presidente de Coparmex, lugar que actualmente se ha convertido en un espacio lleno de basura por el descuido combinado de vecinos y autoridades municipales. Algo similar sucede en San Antonio El Desmonte en un parque situado a un costado de una biblioteca, que presenta abandono de los vecinos.


Apenas en Pachuquilla, varios habitantes se inconformaron por la tala de árboles que denunciaron, no se encontraban enfermos como había planteado el municipio para derribarlos, sino que se retiraron como parte del remozamiento que se hizo. En cambio, el municipio realizó la siembra de jacarandas en la carretera Pachuca-Cd. Sahagún, a las cuales sí se les está cuidando y han comenzado a reverdecer, aunque a este municipio, por el crecimiento que experimenta, le hacen falta parques de la envergadura de un Parque Hidalgo o Pasteur.


Sin embargo, las autoridades desde hace muchos años han mandado al olvido la creación de nuevos parques, auspiciando la construcción de centros comerciales como espacios de convivencia social, porque son lugares de consumo y lucro.


De tal suerte que el discurso ambiental sólo existe en el papel, y es un recurso efectista e hipócrita de los políticos para tratar de quedar bien con los gobernados o con los votantes, porque en la práctica el tema de la forestación urbana está completamente abandonado. Incluso a veces mienten con “parques lineales” como hizo el concejo, que sólo forestó un camellón en Pitahayas, como si los chicos pudieran jugar entre el tráfico, y está pendiente la replantación de árboles en el Jardín de los Niños Héroes, que perdió 230 especies por una plaga.


Así que al estado le hace falta una legislación en la materia, para que las leyes protejan a los vecinos de fraccionamientos y colonias con la preservación de sus áreas verdes y espacios comunes, además de sanciones efectivas a los funcionarios que incurran en el despojo y venta de estos espacios, así como a las constructoras o particulares que participen o se beneficien de ello, tema que deberían estar trabajando los congresistas locales.

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Edgar Chávez

Periodista nacido en Pachuca. Egresado UNAM FES Aragón