Ante proliferación de bazares en Pachuca, ahora deben pagar impuesto

Se consultó a la alcaldía su posicionamiento sobre este cobro, sin recibir respuesta hasta el momento

Mientras en Pachuca continúa creciendo el número de comerciantes ambulantes, los operadores de bazares instalados en predios particulares son señalados de promover el comercio informal y ahora pagarán un impuesto especial. 

Luego de que durante la pandemia creciera el número de bazares en Pachuca, mismos en los que, además del comercio, en ocasiones se presentan espectáculos musicales o culturales para atraer visitantes, la Presidencia Municipal de Pachuca determinó cobrar un impuesto por el manejo de estos espacios. 

Sin explicación sobre el destino de estos recursos y con documentos que sustentan el impuesto como una actividad comparable a los “conciertos” y las “peleas de gallos”, la Dirección de Reglamentos y Espectáculos solicita 822 pesos por día a los dueños de los predios en los que se instale un bazar. 

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La tarifa, además, se ha elevado de 400 a 700 pesos, terminando, hasta hoy, en 822 pesos en el transcurso de apenas dos meses. 

Al respecto, se consultó a la Presidencia Municipal sobre algún posicionamiento o explicación sobre este cobro y su marco legal, sin recibir respuesta hasta el momento. 

Mientras tanto, el equipo organizador del bazar conocido como Helado Oculto que, además se distingue por ser un foro cultural para la expresión de varios grupos minoritarios y artistas emergentes, habló sobre la imposición de este pago que, aseguran, no tiene un sustento legal. 

Aunque no se negaron a pagar, pues pretenden continuar promoviendo el bazar, ubicado sobre la calle Xicoténcatl en el centro de la ciudad, sí cuestionaron que no se justifique de manera legal el pago de este impuesto, así como el destino de los recursos.

Pamela Rivera, Andrés Acosta y Janet Miranda, gestores de Helado Oculto de Pachuca, refirieron que llevan varios meses tratando de regular su situación, ya que buscan contar con un permiso de Centro Cultural, el cual no han podido conseguir debido a que no existe una regulación para lugares como este. 

“La idea es ser una empresa cultural que genere dinero a partir de un espacio que brinde una experiencia liberadora, con una estética, un lugar para la innovación y para presentar propuestas principalmente locales”, explicaron. 

Su visión, dijeron, es “crear espacios amigables, libres y sin límites, donde crezca una sociedad comprensiva y amorosa para vivir en un lugar mejor”. 

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A partir de los bazares culturales, que no entran en rubro alguno ni están regulados por un organismo, explican, es posible, además de apoyar propuestas de artistas emergentes, promover el autoempleo, acción en la que participan numerosos hombres, pero principalmente mujeres jóvenes que se hacen de recursos en estos espacios. 

Asimismo, señalaron que ya se reúnen con diversos actores culturales con espacios que tienen la misma problemática pues, aunque existen dentro del apartado de permisos, éstos no abarcan la amplia gama de actividades que los centros culturales ofrecen, como ser a la vez cafeterías, galerías, salas de conciertos, cine, teatro, talleres, bazares, entre otros, pero sin la capacidad económica, alcance ni amplitud de acción de un centro comercial. 

“Somos comunidades de apoyo para la propia comunidad, espacios de impulso al comercio local. Lejos de tener impuestos que pueden ponerse, cambiarse y quitarse a voluntad, los centros culturales deberían de tener un estímulo, un apoyo, Hidalgo puede ser la nueva capital de la cultura, pero impuestos como este limitan la posibilidad de mejorar los espacios”, comentan. 

El llamado “impuesto por bazar”, como les fue expuesto por la Dirección de Reglamentos y Espectáculos, pero que no está inscrito como tal en documento oficial alguno, se les presentó justificado a partir del crecimiento del número de espacios de este tipo durante la pandemia, exponiendo que, además, se promueve el “comercio informal”. 

Pamela Rivera, directora del espacio, señaló al respecto que siente injusto el cobro pues le refirieron que “ustedes quieren hacer El Chopo en Pachuca y eso no es cultura”. Antes que ello, acotó, “deberían sentarse a hablar sobre la regulación de bazares, cuáles son culturales y cuáles no, las diferencias entre ellos, que alguien que sepa de cultura tenga voz en esta regulación”. 

Decididos a continuar con su propuesta, dijeron que ya preparan el pago para continuar con su actividad este fin de semana, pero dieron a conocer su inconformidad a fin de que se reconsidere y justifique el “impuesto por bazar”.   

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