Consumo de cristal creció 400% en ciudades de Hidalgo

El incremento en el consumo de la anfetamina mantiene en alerta a Pachuca

En Hidalgo se ha incrementado en 400 por ciento el consumo de la droga conocida como cristal en los últimos tres años, de acuerdo con el director del Centro de Integración Juvenil en Pachuca y Tulancingo, Christian Ahued Hernández, quien también alertó que hasta el momento, son esporádicos los casos de personas que han recibido atención debido al consumo de fentanilo en la entidad.  

En entrevista, el funcionario indicó que, principalmente en las ciudades de Pachuca, Mineral de la Reforma, Tulancingo y Tula, el consumo de Cristal se ha disparado, con el consecuente riesgo a la salud física y psicológica, que muchas veces desconocen las personas que consumen esta droga, también conocida en la jerga de la calle como “cricko”. 

Ahued Hernández expuso que en el Centro de Integración Juvenil de Pachuca por lo que más se atiende a la población es por consumo de alcohol, mariguana, cristal y tabaco, pero el uso de cristal les está generando una gran alerta en la capital de Hidalgo, por el incremento significativo en el uso de la metanfetamina, que es muy dañina. 

Detalló que con el cristal se genera más rápidamente la adicción, ya que entre más jóvenes sean quienes la consumen, más susceptibles son de enfermar de adicción, de manera más rápida y con daños más evidentes.  

“El Cristal sí que ha generado mucho daño, y sí ha aumentado su consumo en los últimos 3 o 4 años, con un incremento muy acelerado, diferente a lo que sería el fentanilo, que en general los casos son muy esporádicos, y de hecho estos casos vamos a entenderlos como importados”, 

explicó.    

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Refirió que los daños producidos por el cristal, que en este momento es la metanfetamina que está causando mucha demanda de atención en el Centro de Integración Juvenil, particularmente en Pachuca, Tulancingo y Tula, los estragos son a nivel psicológico y a nivel físico, “por ejemplo, los dientes, lo que es la dentadura sufre un daño evidente, una descalcificación importante, la piel también.  

“Los dientes se llegan a podrir en las personas que están consumiendo cristal, porque lo hacen a través de pipas o focos, ya que es una droga que, por su nombre, nos dice que viene en forma de cristal, así que lo calientan y a través de esa combustión, obtienen efectos estimulantes en el sistema nervioso central, es una droga que los estimula, a diferencia del fentanilo, que es una droga depresora, es decir, relaja”,

manifestó. 

Indicó que el consumo de cristal en Hidalgo ha superado a la cocaína pues, aunque sus efectos son similares, el cristal es más dañino, es más barato, accesible y está disponible. Además, hay diversos tipos de esta droga.

“Que son manipulados en laboratorios clandestinos, donde se crea una calidad de droga químicamente muy agresiva y peligrosa, riesgosa para la salud de las personas que la consumen y estos factores hay que tomarlos en cuenta, porque la percepción riesgo-daño entre la población es muy baja”,

dijo. 

Por eso a los adolescentes hay que informarlos de que a nivel físico puede haber daños inmediatos, aunque también a nivel psicológico, los sentimientos de persecución, de que una persona se sienta perseguida o vigilada, a eso se le llama entrar en un estado paranoide, además del riesgo suicida, la ansiedad.

“Y se altera todo a través de este cuadro, se altera su alimentación, el sueño, su estado de ánimo, y por tanto la salud mental se ve gravemente afectada a través del consumo de esta droga”,

aseguró.    

Por ello, exhortó a que en ningún momento se experimente con ella, porque engancha a los jóvenes, a quienes llega la droga en espacios muy particulares, como la calle, a través de amigos y en el hogar, pues por increíble que parezca, muchos pacientes recayeron en adicción por las complicaciones que ha generado la pandemia, perdiendo adherencia a los tratamientos. 

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El consumo de Fentanilo entre hidalguenses

Ahued Hernández manifestó que, en el caso de la adicción a la peligrosa droga conocida como fentanilo, en Hidalgo los casos que se han atendido son muy esporádicos, ya que se trata de hidalguenses que han migrado al norte quienes, al ser una población vulnerable, han entrado en contacto con esa droga en Estados Unidos o en la franja fronteriza del país, por lo que al volver han requerido de atención por esta adicción. Pero cuando esta adicción ya es severa, necesariamente el tratamiento debe ser residencial, “es decir, en internamiento”. 

Explicó que, en el caso de México, no existe una gran disponibilidad de medicamentos opioides, como el fentanilo o la morfina, que causan mucho daño a aquellas personas que los usan de manera indebida.

“Porque solo pueden ser prescritos y administrados por personal especializado en anestesiología o médicos que cuenten con alguna certificación para que una persona pueda recibir de manera intravenosa un suministro de este anestésico tan potente”,

destacó. 

Reconoció que la crisis a nivel mundial de opioides es evidente, “en Estados Unidos podemos hablar de casi medio millón de muertes asociadas a lo que es el uso indebido de opioides, como es la adicción al fentanilo, entre 2004 y 2019”. 

El especialista comentó que en México la mayor problemática de adicción a esta droga ocurre en la franja del norte del país.

“En México existen estrategias para buscar reducir los daños, porque son personas que ocupan jeringas para inyectarse la droga, pues el fentanilo es mucho más potente que la morfina, entonces se requieren dosis menores para alcanzar el mismo efecto”. 

Explicó que es una droga más peligrosa, aunque en realidad se trata de un fármaco, señalando que en el centro del país no se ha encontrado una gran prevalencia, “de hecho la prevalencia en el consumo de drogas inyectables en el centro del país, y sobre todo en Hidalgo, afortunadamente se puede decir que es muy baja, menos del 1 por ciento de la población demanda atención por consumo de drogas inyectables”. 

Ahued Hernández indicó que el fentanilo afecta al sistema nervioso central, que puede generar un síndrome de abstinencia tan severo, que el riesgo suicida se eleva en este tipo de pacientes, con daños a nivel físico reflejados en la alteración del sueño, del apetito, pensamientos paranoides, despegarse de la realidad en un momento súbito, o un brote psicótico (perder contacto con la realidad).   

Por ello, puso a disposición los números del Centro de Integración Juvenil, 771 71 3 16 07 o el 771 71 9 25 29, además de las redes sociales, ya que las personas con algún problema de adicción pueden pedir ayuda a través de estas vías y llevar un seguimiento, incluso a través de los medios digitales, con consultas telemáticas y gratuitas, ya sea paciente de primera vez o subsecuente.  

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Edgar Chávez

Periodista nacido en Pachuca. Egresado UNAM FES Aragón