Desarrollo económico local

Nomografía

Las políticas de desarrollo económico son herramientas altamente eficaces que pueden permitir que en los estados se vuelvan una medida muy atractiva para la inversión; al tiempo de fomentar la creación de empresas y la generación de más y mejores empleos que se traducen en un mayor crecimiento económico y bienestar social para toda la población. Desde esa óptica, las acciones que emprende cada gobierno local en materia de desarrollo económico son de extrema relevancia y tienen la capacidad de definir en el corto, mediano y largo plazo el porvenir de cada entidad.

En los próximos tres años se renovarán 17 administraciones estatales en todo el país, por lo que hoy cobra mayor relevancia realizar un ejercicio de recapitulación en materia de desarrollo económico que permita identificar, en primer lugar, cómo iba cada entidad antes de la pandemia, qué se hizo para enfrentar el COVID-19, cuál es el balance específico de cada una de ellas y cuáles serán los esfuerzos de aquí al cierre de cada administración para consolidar la recuperación y construir un legado.

Al inicio de la pandemia, durante el periodo de confinamiento de abril y mayo de 2020, observamos fuertes impactos sobre la economía nacional. Por mencionar algunos ejemplos, la economía cayó un 18.5%, el valor de la industria manufacturera se desplomó un 43.7%, el porcentaje de personas ocupadas se contrajo un 21.8% y se perdieron cerca de un millón de empleos formales.

Ante esa realidad, los gobiernos locales emprendieron programas de reactivación económica pensados en aprovechar las ventajas competitivas de cada entidad. Sin embargo, a pesar de la implementación de tales instrumentos estatales, la recuperación gradual de la economía no ha sido homogénea en todas las entidades ni en todos los sectores económicos.

De acuerdo con el Indicador de Recuperación Económica Estatal elaborado por el IMCO, 22 entidades presentan una recuperación económica baja o muy baja, dependiendo en gran medida de la evolución del COVID-19 y el avance de la estrategia de vacunación. En particular, los estados que presentan el mayor porcentaje de recuperación son Campeche (107%), Tamaulipas (97%) y el Estado de México (96%), mientras que los más rezagados son Aguascalientes (75%), Quintana Roo (71%) y Baja California Sur (65%).

Si bien es cierto que a más de un año del inicio de la pandemia, la situación de emergencia extrema se ha disipado y el escenario ha cambiado, también lo es que los riesgos persisten por lo que es momento de afianzar dicha recuperación. Por eso, es momento de hacer un balance de las políticas implementadas en cada entidad, trabajar por aquellos sectores que han quedado rezagados en este proceso de reactivación e implementar políticas que permitan trazar una hoja de ruta hacia la consolidación de economías locales más dinámicas y resilientes.

En tales circunstancias, la construcción de una política de desarrollo económico que consolide los esfuerzos de reactivación y permita construir un legado positivo en el mediano y largo plazo habrá de transitar por la implementación de acciones y políticas que prioricen la diversificación económica y la generación de un entorno más atractivo para las inversiones nacionales y extranjeras, al tiempo de dar cauce a la capacitación de pequeñas empresas en la economía digital y fortalecer el apoyo al emprendimiento y la innovación.

EMILIO SUÁREZ LICONA

CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA

@EMILIOSL

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