El existente

El camino y el caminante

Natividad Castrejón

Pocos saben que ayer, 19-11-20, se celebró el día mundial de la filosofía. La filosofía busca estudiar la realidad en su totalidad, es crítica porque cuestiona todo lo que se presenta, es trascendental porque no solo trata acerca de los objetos materiales sino también de otras categorías como serían las inmateriales; se plantea preguntas ante la llamada realidad, reflexiona sobre la moral, las teorías del conocimiento, la ciencia, el ser, el arte, los valores, la existencia.

A través de la historia se han construido muchas propuestas filosóficas, en lo personal, en esta etapa de mi vida, mi cosmovisión está fuertemente influenciada por las llamadas filosofías de orientación fenomenológico-existencial, lo comparto con mis lectores porque seguramente en muchos de mis comentarios y argumentos se manifestará esta forma de ver, pensar y sentir la existencia.

No obstante, conviene recordar lo que al respecto escribió José Ortega y Gasset: “No pensamos que nuestra filosofía sea la definitiva, sino que la sumergimos como cualquier otra en el flujo histórico de lo corruptible. Esto significa que vemos toda filosofía como constitutivamente un error, pero aún siendo un error es todo lo que tiene que ser, porque es el modo de pensar auténtico de cada época y de cada hombre filósofo”.

El existencialismo significa tomar como centro al ser humano, a la persona existente, al ser humano tal como surge y deviene; aboga por la persona concreta, por su verdad subjetiva, por su propia experiencia, por su capacidad para elegir y elegirse, su derecho a decidir qué va a hacer con su vida, sabiendo, como dijera Jasper “que ser hombre es llegar a ser hombre”, que el hombre no es un ser, sino un llegar-a-ser.

Pensar existencialmente implica aceptar que “la existencia precede a la esencia”, que nada nos define ni determina de antemano, que somos un proyecto siempre abierto, siempre en proceso, tendido al futuro; que somos seres en situación, que la existencia es relación pues todo lo que digo de mi es con relación a alguien o a algo. Ser un existente es asumir mi corporalidad, mis sentidos, el organismo que soy; saberme contradictorio, diverso, múltiple; asumir que la existencia es elección, es libertad que implica un sentimiento de angustia, misma que se puede enfrentar con conciencia, decisión, compromiso, riesgo y pasión. Existir es asumir que soy temporalidad, finitud, posibilidad, saber que soy movimiento, que me voy creando en cada momento, que puedo inventarme y reinventarme de muchas maneras hasta que se presente la última de mis posibilidades, cuando lo que es, deje de ser.

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Natividad Castrejón

Mi profesión, la terapia y la educación; mi afición, la literatura; mi pasión, la política; me encanta el bosque y amo correr.
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