Sin lugar a dudas, en los últimos años la globalización ha traído consigo numerosas invenciones tecnológicas que facilitan nuestra vida diaria en la era posmoderna. En este sentido, el litio, además de ser el metal más ligero de la tabla periódica, constituye un elemento clave en la producción de aparatos electrónicos, automóviles e inclusive todo tipo de medicamentos.
El litio, o mejor conocido como el “oro blanco”, viene de la palabra «LITHOS», que en griego significa piedra. Este es un elemento metálico de color blanco plateado y cuenta con el punto de fusión más bajo de todos los metales. Al ser altamente reactivo, desde 1992 se encuentra presente en prácticamente todas las baterías en el mercado tecnológico.
No obstante, este puede ser encontrado principalmente en Salmueras o acumulaciones concentradas de agua salada. Además, a pesar de que puede ser extraído en diversas partes del mundo, los yacimientos de litio más grandes del mundo se encuentran en la región latinoamericana denominada como el Triángulo del Litio; límite colindante entre Argentina, el salar de Uyuni en Bolivia y el Desierto de Atacama en Chile.
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Tras su extracción por medio de evaporación, el elemento es incorporado en baterías de ion de litio cuya comercialización provoca un ascenso cada vez más rápido en la demanda. Tan solo de 2003 a 2009, el precio por tonelada aumentó desde los 350 dólares americanos a los 3000 USD. En el presente, el litio rompió su máximo histórico durante 2021 cotizando por aproximadamente 27,900 USD, lo que representa un aumento del 29,5 % desde 2018.
Aunque cada vez más frecuente, según datos de la Secretaría de Economía, en 2016, las exportaciones mexicanas de litio únicamente fueron de 658 dólares y las importaciones fueron de 1.6 millones de dólares. A través de estas variables se establece que, en 2016, la balanza comercial presentó un déficit de 1.6 millones de dólares por falta de comercialización del recurso.
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Durante 2019, en las profundidades de la Sierra Madre de Sonora, la empresa minera Mining Technology encontró uno de los yacimientos más grandes de litio en el mundo. Contando con una reserva de aproximadamente 243.8 millones de toneladas, el yacimiento de Bacadehuachi podría representar una de las inversiones más importantes para el país. Junto con su extracción de otros minerales en Baja California, Zacatecas y San Luís Potosí, representa una gran área de oportunidad, ya que su aprovechamiento podría seguir posicionando a México en la vanguardia internacional.
Bajo este tenor, no debería sorprendernos el por qué durante los últimos meses y en las próximas semanas, el tan valioso recurso ha quedado en materia de debate en el marco de la discusión de la reforma eléctrica presentada por el presidente López Obrador. Es decir, el gobierno mexicano ha puesto sobre la mesa el que la extracción de litio fungirá como un área estratégica para nuestro país en los próximos años. ¿Será que los legisladores comparten la postura del Ejecutivo federal?
*Consultor y profesor de la Universidad Panamericana
@EMILIOSL
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