El virus de los desechos: la otra secuela de la pandemia 

Tras dos años de pandemia, una de las interrogantes es ¿qué va a pasar con las miles de toneladas de material sanitario que se han producido en el marco de la crisis por el Covid-19?, ya que si bien la advertencia es que el SARS-CoV-2 llegó para quedarse, de igual manera los residuos tardarán años en desintegrarse y tendrán un impacto en la salud y el medio ambiente.  

El 1 de febrero de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en un informe sobre la urgente necesidad de mejorar los sistemas de gestión de desechos de atención médica por Covid-19.  

Según el organismo la estimación se basa en las 87 mil toneladas de equipos de protección personal (EPI) que se adquirieron entre marzo de 2020 y noviembre de 2021 y se enviaron a los países de apoyo, y que se espera hayan terminado como desecho.  

No obstante, se precisó que el dato citado es solo una aproximación inicial de la escala del problema, porque no se toman en cuenta productos básicos de Covid-19 adquiridos fuera de la iniciativa ni los desechos generados por el público como máscaras médicas desechables. 

El secretario de Salud de Hidalgo, Alejandro Efraín Benítez Herrera, reconoció la falta de política pública en torno al manejo de los residuos/Foto: Nathali González

A la cifra anterior se suman los 140 millones de kits de prueba, con un potencial para generar 2 mil 600 toneladas de residuos no infecciosos (principalmente plástico) y 731 mil litros de residuos químicos.

Además de las más de 8 mil millones de dosis de vacunas que se han administrado en todo el mundo, lo que ha producido 144 mil toneladas de desechos adicionales en forma de jeringas, agujas y cajas de seguridad. 

Hidalgo: biodiversidad en peligro  

De acuerdo con el Diagnóstico básico para la integración integral de residuos, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicado en mayo de 2020 -año de inicio de la pandemia- Hidalgo produce 2 mil 694 toneladas diarias de basura y forma parte de la región centro, que es la que produce la mayor generación de desechos a nivel país. 

A lo anterior, deben sumarse los residuos generados por Covid-19, que se estima aumentaron durante la cuarentena entre un 30 y 50 por ciento, y de los cuales, en conferencia semanal del 22 de febrero de 2022, el secretario de Salud de Hidalgo, Alejandro Efraín Benítez Herrera, reconoció la falta de política pública y anunció un proyecto a corto, mediano y largo plazo, a nivel estatal y municipal.  

La coordinadora estatal de Enfermedades Transmitidas por Vectores, Josefina Ramos Frías, indicó que México es uno de los países de Latinoamérica que generan mayor cantidad de residuos sanitarios, y en el caso de las mascarillas reporta 4 toneladas diarias.  

La funcionaria estatal explicó que los residuos plásticos asociados a Covid, después de su uso y luego de depositarlos en el bote de basura terminan en un sitio de disposición final que puede ser un relleno sanitario, la vía pública o a cielo abierto en tiraderos. 

Esto va a generar dos problemas, advirtió la coordinadora, por un lado la fragmentación de esos materiales que generará microplásticos, además de lixiviados, que podrán alojarse en el suelo o dispersarse en la atmosfera provocando contaminación en suelo y aire. 

La bióloga detalló que los microplásticos se movilizan por acción de la erosión y liberan compuestos químicos que son tóxicos a través del aire o del viento que terminarán en el mar en interacción con la fauna.  

“El hecho de que expongamos a la biodiversidad con residuos que probablemente estén contaminados con Covid condicionará a que también la biodiversidad pudiera contagiarse y eso podría acelerar significativamente la evolución del virus”, indicó. 

Mencionó que los EPP (Equipo de Protección Personal) están compuestos de varios tipos de plásticos (no biodegradables polietileno, polivinilo, policarbonato, y poliestireno), pueden generar problemas de salud asociados a la exposición como disrupción de funciones del sistema endócrino, diabetes, pubertad precoz y obesidad.   

“Sin embargo, el problema no solo es la sobreproducción, sino también la falta de procedimientos de manejo, gestión y disposición final a largo plazo”, expresó Josefina Ramos Frías.  

En ese sentido, destacó que es importante la separación de residuos que no tienen que ver con la producción médica, ya que de éstos solo el 12 por ciento se incinera y el 79 por ciento termina en disposiciones de cielo abierto.  

De ahí, mencionó la bióloga, la recomendación de implementar tecnologías de esterilización o confinamiento de estos residuos para posteriormente generar procesos de reciclaje, y de esta manera evitar daños a la salud y al medio ambiente.  

En el Panorama de la generación y manejo de los residuos sólidos y médicos durante la emergencia sanitaria por Covid-19 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el instituto Nacional de Ecología y cambio Climático (INECC) publicado en junio de 2020, se plantearon tres escenarios donde se estima la generación de residuos hospitalarios. 

Como residuo generado en ocupación hospitalario se consideró el papel, cartón, plásticos, vidrio, metal, ropa, algodón, gasas y otros. En el escenario crítico teórico de ocupación al 100 por ciento de camas Covid, (22 mil 562 camas) se generarían en 118 días, 23 millones 960 mil 844 kg de residuos Covid (9 kg de residuos por cama al día) más los 5 millones 945 mil 448 kg de residuos de camas no Covid, para dar un total de 29 millones 906 mil 292 kg de residuos. 

Otras víctimas colaterales: recolectores de basura y pepenadores  

Los trabajadores de limpia también se enfrentan a los residuos sanitarios derivados de la pandemia, ahí no hay recolección diferenciada, ni de las bolsas que las autoridades de salud piden almacenar etiquetar, rociar con solución antiCovid y almacenar durante la cuarentena.  

“En las bolsas de basura todo viene revuelto, los cubrebocas también, todo va junto”, dijo un empleado del servicio de limpia en Tulancingo/Foto: Nathali González

Por otra parte también hay personas -mayoría adultos mayores- que se dedican a la pepena y quienes desde temprano llegan a los botes de basura distribuidos en espacios públicos o en las esquinas, donde la ciudadanía deposita los desechos pase o no el camión recolector de basura. 

 “En las bolsas de basura todo viene revuelto, los cubrebocas también, todo va junto”, dijo de manera anónima un empleado del servicio de limpia en Tulancingo, quien sin guantes ni cubrebocas recoge la propina de la ama de casa. 

En su red social, la Secretaría de Salud de Hidalgo señala que la Covid-19 puede sobrevivir horas y hasta días en materiales como el aluminio, plástico y papel, y recomienda al personal de basura utilizar guantes, mascarilla y lentes protectores o careta, cambiar la mascarilla varias veces al día.  

¿Qué si tuvimos miedo a contagiarnos? “Al principio sí”, contestó el trabajador de limpias, “mucho la verdad, pero ya estamos acostumbrados a agarrar la basura que sea como viene de las casas”. 

Gestión de desechos comienza desde casa: especialista  

Pedro Salinas Flores, activista ambiental, consideró que en esta etapa de disminución de contagios, luego de cuatro olas de Covid-19, lo importante es la racionalización de materiales como el plástico para evitar mayor cantidad de desechos en el ambiente.  

El también químico destacó que se puede realizar la compra a granel de sanitizantes, y reutilizar las botellas de gel “ahorita eso sí se puede hacer porque en la medida que pasó la pandemia comenzaron a reducir costos de los productos”. 

-La Covid-19 puede sobrevivir horas y hasta días en materiales como el aluminio, plástico y papel/Foto; Nathali González

“La medida es hacer uso racional, aunque no todo se puede reciclar como por ejemplo las mascarillas que todavía las seguiremos usando, a lo mejor dos usos y ya, aprovechar el tiempo de vida, aunque también disminuye la efectividad de protección”. 

Salinas Flores comentó que salvó algunas características de materiales, el cubrebocas tarda en degradarse aproximadamente 100 años en condiciones naturales, “pero si recibe el manejo adecuado todos esos materiales pueden ir a incineración controlada”. 

En su opinión, a pesar de que las autoridades sanitarias hicieron la recomendación al inicio de la pandemia sobre la separación de desechos para el manejo de Covid y de materiales de pacientes con la enfermedad, hizo falta insistir en la gestión.  

“Se nos hizo la recomendación al principio, pero quizá por temor o rechazo de la misma sociedad, no se le decía al recolector de basura <<estoy enfermo o tengan cuidado con esas bolsas>>, tampoco depósitos para esos residuos”. 

 “Pero tenemos que fomentar en nosotros mismos la cultura de la disposición adecuada de residuos, la segregación de los mismos, desde casa podemos regular todo, si lo combatimos desde el punto de origen que son las casas”, puntualizó. 

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