Isla Mujeres se inunda de basura; acusan desvío de recursos

Unas 35 mil toneladas de basura permanecen casi a la orilla del mar Caribe, en la zona de transferencia de esta localidad, debido a que la pasada administración municipal no invirtió en ese rubro pese a que sólo la naviera Ultramar pagó 22 millones de pesos de impuesto de saneamiento ambiental, informó la alcaldesa Atenea Gómez Ricalde, quien pidió apoyo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La munícipe panista aseguró que Isla Mujeres, en la zona continental, prácticamente se ha convertido en el “patio trasero” de las demarcaciones del norte de Quintana Roo y debe regularse la participación de Puerto Morelos en el relleno sanitario, pues con ese ayuntamiento no hay convenio alguno para la disposición final de sus residuos sólidos.

Durante una reunión a la que acudieron funcionarios de la Semarnat, Gómez Ricalde pidió ayuda para terminar de limpiar la zona de transferencia. Explicó que Juan Carrillo Soberanis, ex alcalde priísta y actual diputado federal pevemista, no dio salida a los desechos que genera la isla, que llegó a acumular 45 mil toneladas en un año.

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Recordó que al iniciarse la presente administración municipal, el pasado 30 de septiembre, la ínsula prácticamente se encontraba en contingencia ambiental, pues no había control de miles de toneladas de desperdicios al aire libre, frente al mar Caribe.

Recordó que en 2012 se firmó un acuerdo con el ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún) para el manejo y disposición final de los residuos sólidos en el relleno ubicado en la zona continental.

No obstante, apuntó, Puerto Morelos se separó de Cancún, pero también lleva sus desechos, sin pago de por medio.

Por separado, el director de servicios municipales, Santiago Quiñónez Fernández, comentó que Ultramar es una de las pocas empresas que siguieron pagando el impuesto al derecho de saneamiento ambiental, a pesar de que durante el último año la recolección y disposición de basura entró en crisis, lo cual fue aprovechado por muchos empresarios para no pagar algunos gravámenes.

Aclaró que la zona de transferencia no es un relleno sanitario, sino un punto donde se concentraba la basura en un camión recolector para trasladarla a la zona continental.

Anticipó que en enero se iniciarán las negociaciones para construir la cuarta celda en el vertedero; de lo contrario, “que cada municipio se quede con su basura”.

Por Patricia Vázquez corresponsal / La Jornada

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