Recta final

Llegó el momento, la madre de todas las campañas se encuentra a escasos días, la disputa por los escaños está a punto de definirse este próximo domingo 6 de junio, el estado de Hidalgo juega una verdadera lucha por redefinir el rumbo político que ha de tomar, por un lado, se renueva el congreso local y por el otro extremo el federal.

Sin embargo, la situación contemporánea, una ves mas demanda el ejercicio de la reflexión, y ya no hablemos de institutos políticos, ahora hablemos de perfiles, o lo que se hace llamar en el argot popular, “va por la persona”, aquel estilo político unidireccional ya cambio, ahora los ciudadanos tienen en sus manos un grado de conciencia, para en un principio discernir, comparar y decidir por quien quieren los representen en la máxima tribuna.

Queda claro que los dos bloques partidistas comparten el mayor porcentaje de la tendencia electoral, sin embargo, es menester acotar que perfiles interesantes se vislumbran en los partidos pequeños o de recién ingreso, seria interesante observar la continuidad de estos mismos desde las organizaciones de la sociedad civil, donde podemos augurar una consolidación de prospectos para asaltar las riendas del mundo publico y político.

Fuera de cámaras y guiones de dramaturgia, es menester realizar como ciudadanos el proceso de comparativa, con el objetivo de escudriñar la esencia de cada una de estas propuestas políticas, ya que durante los próximos 3 años del periodo legislativo se jugará el destino del país, no olvidemos el tema de la ominosa Ley Saldívar y el juego de los poderes del estado: el ejecutivo que se encarga de la administración de los bienes y los recursos, proporcionando los servicios y el gobierno, el judicial que dirime las controversias en la interpretación y aplicación de las leyes entre sociedad, la autoridad y ciudadanos,  el legislativo que se encarga de formar y dictar las leyes y normas de convivencia.

Por ello es fundamental llevar a cabo el derecho de ejercer el voto, de ahí depende la continuidad de la construcción de una sociedad en la utopía demócrata, así como el contrapeso a los intereses mezquinos de quienes ostentan el poder y enajenan a la sociedad.