Soberbia cruzazuleada, perdieron 4-0 en CU

Por increíble que parezca, la Máquina del Cruz Azul la ha cruzazuleado de nuevo, perdió una ventaja de 4-0 en la ida, para luego ser derrotado por similar marcador ante los Pumas de la UNAM en Ciudad Universitaria, quienes ahora jugarán de forma merecida la gran final ante León.

Pumas hizo los cuatro goles que tenía que marcar, además de no recibir, mientras el criterio de desempate de mejor posición en la tabla lo dejó como vencedor de las semifinales del Guard1anes 2020 y enfrentará a León en la final, en un duelo de felinos.

Los universitarios perdieron en el estadio Azteca 4-0, Cruz Azul ya se imaginaba en la gran final y pecó de soberbia desde el hecho de no poner a Jesús Corona como titular.

Se dice que una molestia en el tobillo impidió que Corona saliera como titular y en su lugar Sebastián Jurado tomó el marco, en su debut en el Guardianes 2020.

Robert Dante Siboldi y su equipo se visualizaban en la gran final, la afición comenzó a recordar el último título justo contra León y ya soñaban con levantar la noventa antes de jugar la vuelta contra Pumas.

Apenas al minuto dos Juan Dineno abrió el marcador para los Pumas, en un tiro de esquina que dejó un rebote dentro del área, para que solo empujara el nueve de la UNAM.

Los dirigidos por Andrés Lillini todavía iban tres goles, la misión parecía muy complicada, pero Juan Dinero volvió a dar esperanzas con un gol al minuto 38´en otra serie de rebotes que definió fuerte para dejar sin posibilidades a Jurado.

Y para mayor emoción, al 40´ Juan Carlos González puso el 3-0 en un tiro cruzado de zurda y con esta ventaja se fueron al descanso.

Cruz Azul parecía desconcertado y en el complemento acomodó mejor sus líneas y controló mejor el partido, Pumas por su parte no se desesperó, trabajó el partido y se la jugó al final, se fue al ataque con el riesgo de recibir el gol que los eliminara.

Y fue al 88´ donde Juan Pablo Vigón recibió un centro en el área, y metió el cuarto gol de la noche, el festejo y la algarabía fue total.

Luego vino el silbatazo final de César Ramos y la celebración de los Pumas a la gran final.